Edades élficas
Por supuesto, esto no es así para todos los elfos ni por asomo, claro. Cada raza de elfos tiene su manera de contar el tiempo. Aun así, los días (y por consiguiente las medidas menores a esta, como, por ejemplo, las horas, los minutos, los segundos, ...) siguen siendo los mismos, es decir, un día élfico es un día humano. Se cuenta por la misma medida: lo que tarda la tierra en girar sobre sí misma... Para la mayoría de elfos, de hecho, el tiempo se cuenta igual que para los humanos, así, generalmente si un elfo del bosque te dice que tiene 125 años, tendrá 125 años humanos, pues ellos cuentan el tiempo de la misma manera que vosotros (con este vosotros me refiero a los humanos que lean esto. Cualquier otra criatura cuya raza cuente el tiempo de manera diferente a la humana, por supuesto, queda excluída de ese vosotros).
Así que, resumiendo, lo que voy a contar ahora es como va el sistema de medida del tiempo para los elfos dionicánteos. Como seguro muchos de los que me leen (¿cómo que muchos de los que me leen? Te leen pocos, chaval, así que no te emociones...) no sabrán lo que es un elfo dionicánteo, paso a explicarlo (por supuesto, antes de eso hay que tener un mínimo conocimiento de qué es un elfo, así pues, recomiendo al que no lo sepa que visite la definición de los elfos de SeresMitológicos.net, la verdad está bastante bien informada y abarca prácticamente todas las familias de elfos existentes, aun así, de momento, no abarca la dionicántea):
Básicamente, los elfos dionicánteos se podría decir en un principio que son humanos, pues hasta los 15 años aproximadamente no adquieren la adulted elfa, y hasta ese momento son básicamente humanos ligéramente superiores. Sin embargo, una vez alcanzada la edad de madurez elfa, la elfitud es completa, exceptuando por las orejas, que no serán puntiagudas hasta un punto indeterminado de la vida madura de los elfos en cuentión (se han dado casos incluso en los cuales elfos dionicánteos han muerto por muerte natural sin haber llegado a tener unas orejas puntiagudas).
Los elfos dionicánteos, a pesar de que pueden adaptarse a cualquier tipo de entorno (muchos viven en grandes ciudades, ocultos entre los humanos), los elfos dionicánteos prefieren (al igual que cualquier otro elfo) la naturaleza. La raza dionicántea siente una gran admiración al mar y el oceano (entre los elfos, a parte de por el nombre de su raza también son conocídos como las Ocean Souls, o lo que es lo mismo, las almas oceánicas), sin embargo, suelen vivir en bosques, ya que (a pesar de su adaptabilidad a los entornos, y debido a su condición de elfos) en ellos pueden moverse con mayor soltura, además, como son grandes conocedores de los bosques, gracias a su ligereza y su gracilidad, los elfos dionicánteos (como cualquier elfo) son prácticamente invisibles (y mortales, si lo quisieran) en los bosques.
Al igual que el resto de elfos, tiene desarrollada la infravisión, por lo que los bosques donde la luz del sol no penetra, o las noches oscuras no son ningún problema par que se sigan moviendo con soltura.
A pesar de que el resto de los elfos obtienen los mejores resultados con un arco, los dionicánteos tienen un mejor manejo de la espada, especialmente de las catanas, y de hecho su manejo con el arco no es superior al de cualquier otro humano, sin embargo, un dionicánteo con una catana corta de apenas 30cm puede acabar fácilmente con 50 humanos sin ni siquiera despeinarse. Su habilidad y agilidad con la espada llega a ser tal que a tan sólo cinco pasos de distancia un elfo dionicánteo puede fácilmente cortar una flecha disparada con ballesta en dos, o salir en la misma dirección de la flecha y no sólo mantener su velocidad, si no llegar a adelantarla (técnica muy usada para llegar antes que las flechas a sus compañeros y así salvarlos de una herida no muy agradable).
En cuanto al físico, no se puede decir nada concreto de ellos, pues lo hay variados como los humanos (de ahí que puedan pasar tan desapercibidos entre la sociedad).
Todos los elfos dionicánteos dominan a la perfección el sekishindou, tanto con arma como sin ella, incluídos los ejercicios de concentración y relajación. Además de esto, tienen un manejo total del viento y el aire, elemento del que proceden (y de ahí que adoremos al mar, sé que puede parecer que no tiene nada que ver, pero creedme que para un dionicánteo, tiene sentido). Aunque a pesar de su control sobre el viento no puedan volar, esto no es un problema para ellos, pues también tiene ligero control sobre la grabedad y el espacio-tiempo que les afecta a ellos. Así un elfo dionicánteo puede caminar unos metros por las paredes, dar saltos enormes, etc. Aun así, el control del espacio-tiempo (es decir, ralentizar el tiempo para poder esquivar una bala en un momento dado, o para evitar algo, etc.) requiere mucha concentración y un gasto enorme de su energía mágica y vital, así pues esta es una habilidad que usan poco y sólo cuando es estríctamente necesario. No pasa lo mismo con la habilidad de moldear la grabedad a su favor, habilidad que dominan a la perfección y que no requiere apenas concentración.
Y básicamente así son los elfos dionicánteos. Una vez explicado esto, podemos pasar a explicar el sistema de medida de tiempo. Los elfos, a diferencia que la mayoría de las razas, no contamos los años por el tiempo que tarda la tierra en rodear al sol, sino que nos valemos del ciclo de la mágia. La mágia, como todo, se va deteriorando, por eso, cada 48 días, la tierra emite un proceso de renovación de la magia. Los elfos dionicánteos usan la magia con bastante frecuencia, así que perciben con gran claridad cuando la magia está deteriorada, y cuando comienza el proceso de renovación de la magia. Hace 13569 años élficos que este el ciclo de la magia fue descubierto por los elfos dionicanteos, y usado como medida para contar el tiempo. Cada ciclo nuevo, año élfico nuevo. Así cada año élfico (dionicánteo) eqiuvale a 48. No hay meses, por supuesto. Como punto de referencia, puedo decir que dentro de veintiséis días comienza un nuevo año, el año 13570. Si echáis cálculos, veréis que el ciclo de años élficos empezó a contarse (tomando como referencia que empezó hace 13569 años élficos, claro) hace más o menos 1784 años humanos (digo más o menos, porque he quitado los decimales que había). Y así es como funciona este sistema. Buenas noches a todos. Buenas noches, Ergho (sí, la he saludado, por primera vez y puede que última ¿quién sabe?).