Inestabilidad Part 2

Nos hemos tocado por última vez.

Tú estás lejos, enamorada de otra persona.

Ahora no temo nada sino la vida misma, y he aprendido que la vida es sólo un camino lento hacia la muerte. No creo en la vida o en el amor, nunca más.

La alegría que siento se compone de dichas vacías.

Me odio a mí mismo por amarte.

El miedo que siento noche tras noche se ha transformado en una enfermedad.

Nadie puede ver la vacuidad tras mis ojos.

Escapar de la vida parece ahora la única solución. Con alivio espero que el dolor se vaya disipando. Por fin... hay paz en mi alma: yacer muerto sin preocupación, sin una sola lágrima.

Mi corazón es tuyo, y la vida sin ti es inmensamente dolorosa. Basta con pensar en ti, hablar sobre ti, soñar contigo para que las lágrimas resbalen a través de mi cara.

No soy capaz de imaginar la felicidad sin tu hermosa sonrisa, tu carita de ángel, tu maravilloso cuerpo, y tu amable corazón: tú lo eres todo. Yo no soy nada.

Quiero morir.

Pero, realmente... ya estoy muerto.

El odio nace...

Me odio a mí mismo por amarte.

Un clavo saca a otro clavo. Joder, ¿dónde había dejado yo los clavos?