¡Oh, mírame!
¡Oh, mírame, soy feliz!
¡Qué bien, soy un hombre mágico, del país feliz,
de la casa de gominola de la calle de la piruleta!
Ah, por cierto, pretendía ser sarcástico.
¡Qué bien, soy un hombre mágico, del país feliz,
de la casa de gominola de la calle de la piruleta!
Ah, por cierto, pretendía ser sarcástico.
3 Anotaciones:
No sé qué esexactamente lo que te ronda por la cabeza..pero, ¿te has planteado tomarte unas vacaciones y alejarte de todo esto una temporada? No sé...salir de la ciudad y desaparecer por un tiempo....creo que no te endría mal.
Un besote. Cuidate
Precisamente, Leire, precisamente.
Míralo de este modo: no sé a quién va dirigida exactamente esta entrada, pero apuesto a que no se merece siquiera tu atención.
Desde este punto de vista.. ¿crees que merece la pena deprimirse por culpa de esa persona? Yo no lo creo.
Debemos comenzar por aprender a conocernos a nosotr@s mism@s, sin intentar engañarnos. Aunque no nos guste lo que veamos, debemos aprender a aceptar la realidad. Y empezar a querernos a nosotr@s mism@s, a querer ser mejores personas.
Y es entonces cuando puedes empezar a apreciar lo que sí tienes, y a descubrir lo maravilloso que es estar viv@s ;(
Y es llegad@s a ese punto, cuando entradas como esta dejarán de merecerte la pena ;P
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