Construyendo la Cúpula - Parte 3

Cicatrices que señalan
lo que antaño fue sonrisa.
La vida tras el cristal
se ha vuelto distinta.

Ya no escucha el mar,
ya no siente su brisa,
ya olvidó cómo gritar,
Su boca no emite ya risa.

Y en noches de luna llena,
golpea sobre mojado,
va tiñendo sus paredes
de un rojo carmín lacado.

El bosque ya no la asusta,
tampoco puede alcanzarlo.
Olvidó lo poco que le gusta
sobre la tierra, al otro lado.

El cristal se cierra.

El aire se agota.

Despierta.

Isiltzen banaiz

Que sí, que parece que hago este blog emo a propósito porque cuando las cosas me van bien apenas posteo (ya lo sabéis, me inspiro el triple a oscuras que cara al sol). Que sí, que estáis hartos de que me explique a base de canciones. Que sí, que a veces parece que me olvido de mi blog (el pequeñín cumple 5 años en octubre, más mono él). Que lo que vosotros queráis.

Truth be told, no sé escribir entradas profundas basadas en la felicidad. Así que me limitaré a, con todo lo predecible que sea, poner una canción de Berri Txarrak (con letra traducida) que explica lo bien que estoy y además tiene un estribillo que explica mi austeridad de entradas ahora. Dos por uno, oferta especial en Elefour.

Si me callo

Aquí estamos con heridas semejantes
Con una sonrisa que ha adquirido forma de cicatriz
Pero has venido a pesar de todo

Y si me callo no es que no tenga palabras
Ya he roto demasiados momentos hasta el momento

Se nos oxidaron las ilusiones
Y las cartas que se quedaron sin enviar
Hoy dale recuerdos a la felicidad

Y si me callo no es que no tenga palabras
Ya he roto demasiados momentos hasta el momento

No hay más milagro que vivir
Ya lo sabes, ya lo sabemos

Y estás lejos

Y he inventado mil palabras parecidas al arrepentimiento
Y mil miradas tristes parecidas a la tuya